miércoles, 31 de marzo de 2010

Ser padres.

El estar a la altura del cargo o de las circunstancias que a uno les depara la vida, no siempre resulta tarea fácil y aún resulta menos fácil si ese cargo o circunstancia es la de ser padres.

Cuando nacen nuestros hijos nos crean ternura, admiración por esa nueva vida, y a la vez, comienza una avalancha de emociones, alegrías y sobre todo, de preocupación por como poder educarlos. Es muy difícil  el saber como educar exactamente a nuestros hijos, cada niño es un mundo y ser padres es algo que vamos aprendiendo sobre la marcha, con el paso del tiempo y conforme  ellos van creciendo. Tener en las manos la vida de pequeños seres que se van formando conforme se van criando es una gran responsabilidad que no todos saben llevar a cabo y es que como ya he dicho antes ser padres y educar a los hijos no resulta tarea fácil.

Ser padres es educar y educar significa transmitir valores a través de las conductas, a través de estímulos y diálogos, valores para que nuestros hijos se sientan queridos por lo que son, antes que por lo que hacen, significa alimentar fisica, emocional, afectiva y espiritualmente para que ellos el día de mañana, por si solos, puedan alcanzar su desarrollo integro.

Nuestros hijos al principio son un libro en blanco, que nosotros debemos crear, un libro en blanco donde cabe todo, de nosotros depende escribir  sus primeros capítulos para que su aprendizaje y experiencias sean positivos y les sirvan de guía  a lo largo de sus vidas, el resto de capítulos y el final lo escribirán ellos agarrándose a lo aprendido en los primeros, de estos  primeros dependerá, que el libro tenga un final feliz o por el contrario triste.  Los niños no solo nacen sino que, también se hacen, ellos hacen dicen o actúan a imagen y semejanza de lo que ven en sus vidas y en su día a día, si un niño ve en su hogar gritos, violencia, odio... eso será lo que dominara su vida el día de mañana y aunque  en principio no se note, más tarde o más temprano todo eso aflorará y saldrá a la luz, en cambio si lo que vez es amor, estabilidad, perdón, honestidad... en el futuro, él mismo transmitirá esos valores a los demás y su vida se regirá en esos términos. Continuando con el símil hay muchos capítulos que nosotros como padres quisiéramos erradicar de sus vidas, tales como el sufrimiento , el esfuerzo, las carencias económicas...sin embargo, quizás, esos capítulos no los hagan felices en el momento de vivirlos pero servirán para que en los siguientes se forjen como hombres y mujeres de bien.

¿Y como conseguir esto? Esta pregunta tiene una difícil respuesta porque como ya he mencionado  anteriormente cada niño es un mundo. En mi modesta opinión, la mejor manera de conseguirlo es orientando en un proceso continuo, ayudando pero no imponiendo, entregando las herramientas para que sean ellos  los que las usen, en definitiva, no tomando decisiones por ellos sino ayudarlos a desarrollar los criterios para que sean ellos mismos los que las tomen, asuman su responsabilidad y logren desenvolverse con mayor independencia.

Dos buenos ejemplos de todo lo dicho anteriormente, que cuanto menos nos invitan a reflexionar y a aprender  a ser mejores padres son: la canción de Joan Manuel Serrat "esos locos bajitos" que podéis encontrar en otra entrada de este blog y un poema de Jorge Bucay de su libro "Recuentos para Demian" que a continuación os muestro.

"QUIERO" (Jorge Bucay)


Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy,
hoy podéis contar conmigo.
Sin condiciones

Fuentes: boletín informativo de Redem, Recuentos para Demián de Jorge Bucay.

J.M.R. El blogger.

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